Todo lo que necesitas saber sobre la semana 17 de embarazo

17ª semana de embarazo (SEM 17)

¡Bienvenida a la 17ª semana de embarazo! Ahora te encuentras en el quinto mes de tu embarazo. Para muchas futuras mamás, comienza ahora una etapa especialmente bonita: tu barriga empieza a redondearse poco a poco, tus niveles de energía aumentan, y quizás ya sientas los primeros movimientos suaves de tu bebé.

Tu pequeño tesoro también sigue creciendo rápidamente. En la semana 17 no solo practica tragar y dar pataditas, sino que también su oído se desarrolla aún más: tu bebé ya puede percibir sonidos del exterior.

Descubramos juntas qué cambios hay esta semana en ti y en tu bebé, y cómo puedes armonizar cuerpo y mente.

La 17ª semana de embarazo en resumen

Tu bebé en la SEM 17:

• Tu bebé mide ahora unos 12–13 cm y pesa aproximadamente 140–150 gramos, comparable a una pera.
• El esqueleto se vuelve cada vez más fuerte: el cartílago blando comienza a transformarse en hueso.
• Bebe líquido amniótico, entrenando así su sistema digestivo, y elimina las primeras cantidades de orina.
• La piel aún es muy fina, pero ahora está protegida por el vérnix caseoso.
• El oído está ya tan desarrollado que puede percibir tu voz o música.
  
  

Tu cuerpo en la SEM 17:

• Tu útero es ahora notablemente más grande y se sitúa aproximadamente a la altura del ombligo.
• Muchas embarazadas sienten dolor de espalda o en la ingle, causado por el estiramiento de los ligamentos uterinos.
• Tu piel puede sentirse más rosada y fresca gracias a la mejor circulación sanguínea.
• Tu peso también puede aumentar de forma continua ahora, lo cual es completamente normal e importante para el desarrollo de tu bebé.
  
  
  

Desarrollo del bebé en la SEM 17

En la semana 17, es decir, hacia la mitad del quinto mes de embarazo, tu bebé sigue definiendo su silueta y cada vez se parece más a un pequeño ser humano. La cabeza ahora está más proporcionada respecto al cuerpo y sus brazos y piernas están completamente formados. El sistema nervioso está especialmente activo en esta fase: la percepción sensorial aumenta, el bebé puede reconocer y procesar la luz y los sonidos.

El delicado vello lanugo cubre ahora el cuerpo de tu bebé y, junto con el vérnix caseoso que se está formando, protege la piel sensible. Esta capa blanca actúa como una capa natural de grasa que protege al bebé dentro del líquido amniótico.

Además, tu hijo comienza a acumular reservas de grasa —también conocidas como “michelines”— que le ayudarán a mantenerse caliente después del nacimiento. Este desarrollo es un proceso completamente natural e importante para regular su temperatura corporal una vez que salga del útero.

¡Quizá ahora sientas un suave aleteo en tu vientre —una primera señal de los movimientos del bebé! Especialmente las mujeres que ya han tenido hijos suelen percibir estos movimientos un poco antes. Para muchos padres, este es un momento muy especial que intensifica la conexión con el bebé.

Tu cuerpo en la 17ª semana de embarazo

Los cambios en tu cuerpo se vuelven cada vez más evidentes en la semana 17 de embarazo. El útero sigue creciendo hacia el abdomen y puede presionar otros órganos como el estómago, la vejiga o el intestino. Esto provoca síntomas típicos como acidez, ganas frecuentes de orinar o una ligera sensación de presión en el abdomen.

Al mismo tiempo, aumenta el apetito —eso es completamente normal, ya que tu cuerpo necesita más energía para el crecimiento constante del bebé. El aumento de pequeños depósitos de grasa no es nada raro. Más adelante servirán como fuente de energía, por ejemplo, para la producción de leche materna después del parto.

La circulación sanguínea también trabaja más intensamente: tu corazón bombea más sangre por todo tu cuerpo para abastecerte a ti y a tu bebé de la mejor manera posible. Muchas mujeres informan en esta etapa de calambres en las piernas, dolor de espalda o una sensación de tirantez en el bajo vientre —síntomas típicos provocados por el estiramiento de los ligamentos y músculos.

El pecho sigue cambiando: los pezones pueden oscurecerse y, en algunos casos, ya puede salir una pequeña cantidad de calostro. Todo esto es parte de la preparación de tu cuerpo para la lactancia.

Por cierto: no olvides las vacunas recomendadas durante el embarazo —lo mejor es hablarlo con tu médico o médica. Una buena preparación puede ayudar a proteger a tu bebé incluso antes de nacer.